La isla de Madeira está hecha para recorrerla en coche. Imagínate al volante con increíbles paisajes a tu alrededor. Los bosques de eucalipto color esmeralda envueltos en una niebla plateada dan paso a paisajes "marcianos" de afilados acantilados. Las vistas panorámicas que se abren desde las carreteras costeras dejan una impresión inolvidable. Y todas estas maravillas van acompañadas de los aromas del pan recién hecho y de maracuyá, mezclados con los vientos del atlántico. Y tú te diriges donde te pide tu corazón y no deambulas por la típica ruta turística con sus horarios rígidos y multitudes de turistas.
Puedes elegir y reservar el coche para tu viaje directamente online en nuestra web.
↵Tu coche te esperará en el lugar acordado: en el aeropuerto o aparcado en un lugar que te convenga.
Cómo recoger el coche de alquiler:
- Examina el coche, marca los arañazos en el diagrama habilitado y haz fotos del vehículo desde todos los ángulos.
- Lee y firma el contrato.
- Paga al agente de alquiler el importe restante y abona el depósito (la fianza), si lo hay.
Todo esto suele llevar unos 15-20 minutos.
Devolución:
- Llega puntual al lugar acordado con el coche limpio y con el tanque lleno hasta el nivel especificado en el contrato.
- Devuelve la llave al agente de alquiler, quien examinará el coche y firmará tu copia del acta de devolución. Si pagaste el depósito con tarjeta bancaria, asegúrate de guardar todos los documentos hasta que el importe del depósito te sea devuelto a tu cuenta.
¡A ver la naturaleza! La naturaleza de Madeira sin duda merece tu atención.
En la parte sur de la isla encontrarás una pequeña ciudad llamada Cámara de Lobos. Merece la pena visitarla para ver cómo los pescadores secan el pescado y para degustar un cóctel local muy típico, llamado Nikita, una bebida a base de cerveza o vino blanco, helado y piña. ¡Las proporciones son un secreto de los lugareños!
Si vas a Porto Monis no olvides traer los bañadores, así podrás darte un baño en sus famosas piscinas naturales de rocas volcánicas. Y después, a la hora de comer, no dudes en pedir en uno de los restaurantes locales incrustados directamente en las rocas, el pez espada con la salsa de maracuyá.
La ciudad de Santana es la tarjeta de visita de Madeira. Es de parada obligatoria para los que buscan originales souvenirs y quieren conseguir unas fantásticas fotos de las famosas “Casas de Santana” con tejados de paja que llegan hasta el suelo.
Por supuesto que tu viaje no podrá considerarse completo sin las “vistas de primera” que hacen tan famosa esta isla. Una de tales vistas se ofrece desde el mirador Eira do Serrado (1000 metros por encima del nivel del mar). Subiendo la montaña a pie, descubrirás el Valle de las Monjas, enclavado entre los dos picos montañosos de Areeiro y Ruivo.
Anímate a subir también al Cabo Girão, el alto acantilado marino con el puente colgante más alto de Europa. Aquí podrás caminar por un suelo de cristal a casi 600 metros de altura. Las vistas son espectaculares.
¡Que tengas un feliz viaje por la isla de la eterna primavera!